viernes, 27 de junio de 2008

La solicitud de eutanasia como una ventana democrática para Aguascalientes




"ING. Luis Armando reinoso Femat
Gobernador Constitucional del estado.
presente
Señor gobernador:
Mi nombre es Georgina Rivera Villanueva, Tengo Mi domicilio en Jose Gpe peralta Gamez, en esta ciudad, y por medio de la precente vengo a suplicarle que me ayude a ponerle fin al sufrimiento de mi hija: Ma. Gpe Zolorzano Rivera, quien desde ace ocho años sufre de Hidrocefalia Con tallo porriquial. En estos ocho, años que no pueden llamarce vida, he tocado todas las puertas buscando ayuda, he recibido todo tipo de humillaciones, prácticamente he pedido limosna para mantener con vida y sin sufrimiento a mi pequeña hija. y porque ya no quiero que sufra. y por este amor que solo una madre le tiene asus hijos, quiero señor Gobernador que le practiquen ami hija lo que llaman Eutanasia. He decidido Con todo el dolor de mi Corazón la muerte asistida de mi hija que una vida sin acistencia.
Georgina Rivera Villanueva”


Este es el texto íntegro de la carta presentada el pasado 25 de junio (únicamente ha sido excluido el domicilio de Georgina), con esta petición -hecha en hoja de cuaderno y plagada de emoción y errores ortográficos- podría declararse abierto un debate que desde hace años debió darse en Aguascalientes: ¿debe reconocerse la libertad de las personas para elegir qué hacer con su propio cuerpo?
Así planteada, la respuesta favorable es sin duda la que se antoja como más viable; sin embargo, cuando se le asignan términos como eutanasia, uso de drogas o diversidad sexual, la respuesta se complica y comienzan falsos debates que limitan la libre autodeterminación del cuerpo. Según percibo, la razón principal es que la moral dominante en nuestra sociedad se encuentra permeada de valores tradicionalistas que poco, o nada, se relacionan con la salud y el bienestar social.
Afirmar este tipo de libertad no implica un rechazo a los valores tradicionales ni religiosos, ni siquiera la afirmación de que estas acciones son “buenas”. No se trata de decir que una acción es preferible a la otra, únicamente es afirmar que el Estado no debe adjudicarse una decisión individual que no tiene implicaciones sociales directas.
Este caso tiene elementos suficientes para detonar profundas reflexiones, por lo menos en lo referente a la voluntad anticipada. La petición de Georgina implica preguntar si es necesaria la preservación, por unos meses, de una vida con calidad que podría llamarse infrahumana; pero además, es un reflejo de la ineficacia de los programas asistencialistas, pues sin considerar que se tenga “prácticamente que pedir limosna” para recibir ayuda, ésta no es suficiente ni económica ni psicológicamente.
A ello hay que agregar la extrema situación de Georgina: madre soltera que cuida de tres hijos (el primero desde los quince años); hija menor con enfermedad terminal, que a sus ocho años pesa seis kilos; familia que sobrevive tras la ganancia de la venta de frituras en su casa; joven madre que declara “haber recibido toda clase de humillaciones”, y pide la eutanasia porque, por comprar el medicamento de su hija, no alcanza a dar de comer a sus otras dos hijas… Por denigrante que sea, el lucro mediático que resulta de estas situaciones puede ser el vehículo ideal para generar un debate de altura.
Desde el mismo día que Georgina presentó la solicitud al gobernador, hubo manifestaciones a favor de la petición. La diputada local Nora Ruvalcaba Gámez, señaló que presentará ante el pleno legislativo una propuesta de ley de voluntad anticipada. Por su parte, el Dr. Gerónimo Aguayo Leytte -director del Hospital Hidalgo-, indicó que debido a que cada vez son más los hospitales que practican la alta por máximo beneficio (en la cual al enfermo terminal se le manda a morir en casa para que tenga una mejor calidad de vida en sus últimos días), la ley de voluntad anticipada sería dar un paso más al procedimiento que practican ya los hospitales.
El escenario que permita aprobar la ley de voluntad anticipada en Aguascalientes, es complejo y se antoja como imposible en una sociedad caracterizada por su visión conservadora. Aunado a ello, debe considerarse que en julio de 2009 se tendrán elecciones para renovar diputados federales y senadores, por lo cual las bancadas legislativas de los partidos políticos harán cálculos de popularidad y es muy probable que decidan no arriesgarse, a pesar de hayan sido electos para legislar y no para sumar popularidad. Finalmente, el sector religioso, muy fuerte en nuestro estado y quien ha dado manifestaciones de su fuerza política, sin duda alguna se manifestará en contra, no sólo de la propuesta, sino incluso de debatirla (práctica común en sociedades de primer mundo).
Ante ello, el sector académico, las fuerzas políticas de izquierda y las asociaciones civiles de a de veras (no aquellas formadas con fines electorales), deberán asumir el control de la agenda política e invitar a un amplio debate que analice, de cara a la sociedad, la propuesta sobre voluntad anticipada. Si así sucede, aunque el congreso del estado rechace la propuesta, nuestra sociedad habrá logrado un avance significativo hacia la cultura democrática.



Imágenes tomadas, en orden superior a inferior, de : http://www.igooh.com.ar/Nota.aspx?IdNota=22840 y http://palabraspala.blogspot.com/

3 comentarios:

MARTÍN, Katrubsz dijo...

En ocasiones el concepto de "bienestar" y sus implicaciones pragmáticas se confunden con el sesgo de una postura ideológica (como la religión, o los principios de un partido político); anticipando y extendiendo un sistema axiológico sectario a toda una sociedad. La atención de doña Georgina, su exigencia, es una solicitud de ayuda, un deseo por generar bienestar a un ser que sufre (hija enferma); es deshacer de la enfermedad a alguien que posee la marginalidad y la mutilación en su existencia misma. Cuando menciona "He decidido Con todo el dolor de mi Corazón la muerte asistida de mi hija que una vida sin acistencia"; es una resolución moral que sobrepasa el deseo propio de sentirse bien -ella "decide", con todo el "dolor de su corazón"; es decir, asume las consecuencias de su elección, una elección dirigida no hacia sí misma, sino a su hija. Exhibe la necesidad de que asistan a su hija. No estamos, pues, en asuntos políticos o religiosos, estamos en un asunto moral.
Es curioso, la sociedad evita discursivamente una muerte, per se, pero se refieren a una muerte física... ¿no está muriendo una familia cotidianamente?, ¿No está muriendo una niña "desauciada"?... ¿Qué queremos mostrarle del mundo a esta niña?... ¿Le mostramos cuanto somos capaces de hacerla sufrir? Le mostramos el veto del bienestar. No es morir por morir. La suposición de "muerte asistida" es porque se prevee que la niña estará mejor que en esas condiciones. Y aquí puede pensarse en algo supraterrenal (que vivirá mejor en otro lado, en otra "vida", en algún cielo) o una visión del "lejos estamos mejor" -como lo diría Motel... "hemos intentado seguir, por seguir, sin reconocer que ya no hay más por hacer y hemos aceptado sufrir, por sufrir, sin querer creer... que lejos estamos mejor".
Debatamos, pero no mutilemos el discurso con falacias y rincones de suposiciones.

Martín Plascencia González

Iván Alejandro Sánchez Nájera dijo...

Mi muy apreciado katrubsz...
De comienzo me congratulo porque tu comentario sea más fácil de entender que tu nick.
Ya en cuestiones más importantes, debo indicar mi acuerdo en diversas opiniones tuyas. Comparto ampliamente que la decisión de Georgina va más allá de los asuntos políticos o religiosos (yo añadiría que va más allá también los morales [entendidos como el cúmulo de la visión tradicionalista de una sociedad]), sin embargo, la división del poder presente en nuestra sociedad hace que sean, precisamente, las estructuras religiosas y políticas quienes determinen la "bondad" de la acción -o incluso el pensamiento- de Georgina, quien ve por el bienestar de la hija y opta por darle una muerte asistida en lugar de una vida sin asistencia (aquí, además, es impresionante la reflexión postconvencional a la que llega Georgina); lo cual quizá represente el punto crucial de la discusión: ¿qué decisión realmente produce bienestar a María Guadalupe, y su familia?
Hay dos cosas que me llaman especialmente la atención de tu comentario, en principio, mi apreciado katrubsz, es que te alejas de la tendencia emocional común e invitas a la concepción de que la muerte no se da en un instante, sino que es un proceso mismo de la vida; indicaba Heidegger que el ser, es ser para la muerte. En este sentido, si aceptamos que la muerte no sólo es un proceso final de la vida, sino una condición que nos acompaña desde el principio de la vida (cada día morimos un poco), resulta natural la opción de acelerar el proceso. Señalas también que “no es morir por morir”, Schopenhauer afirmaba que cuando los dolores de la vida se vuelven más fuertes que los dolores de la muerte, el ser humano debe suicidarse.
Tú planteas unas preguntas en sumo interesantes, “¿qué queremos mostrarle del mundo a esa niña?... ¿le mostramos cuánto somos capaces de hacerla sufrir?”, preguntas así no se plantean, porque en poco se piensa sobre la niña o cualquier persona hipotética: en los debates sobre eutanasia, y otros propios de la bioética, las posiciones extremas no piensan en los otros, sino en sí mismos. Cuando la iglesia y otros hacedores de fantasmas, rechazan a rajatabla estas posibilidades, no es por el individuo en esa circunstancia, sino por su visión sobre un cielo ininteligible, por calzar forzadamente una serie de mandatos supreterrenales que, al ser decididos a priori, no consideran ninguna circunstancia específica, ni de María Guadalupe, ni de Georgina, ni de cualquier otro humano.
Siendo así, si tu invitación a debatir sin falacias ha de ser aceptada, debemos analizar sin parámetros supraterrenales, así como priorizar la empatía.

alejandra camacho de la fuente dijo...

Me han parecido muy acertados los dos anteriores comentarios, y ampliaría el debate haciendo referencia al sistema de salud , ya que en mi opinión hay grandes deficiencias, basándome en el hecho de que es muy poco el presupuesto que se destina a la salud y la mayoría de las campañas no han tenido un efecto perdurable en la población. Tomando esto como referencia ¿Qué pasará cuando se apruebe esta ley, si es que se aprueba,y lleguen casos de pacientes con enfermedades crónico-degenerativas y que son el resultado de esas fallas en el sistema de salud?.Es decir,individuos que padecen enfermedades y no pueden solventar sus gastos medicos, algunos recurrirán a su derecho de decidir por la muerte cuando el mismo Gobierno no procura una atención y apoyo adecuados.Es un tema en el que yo me coloco a favor de decidir por uno mismo pero en el que también apunto no solo a una exigencia moral sino también a una exigencia de aumentar la calidad del sector salud para ayudar a la población a prevenir enfermedades y evitar que tomen su derecho como único o último recurso para evadir su sufrimiento.